Day, un prometedor jugador de bádminton, descubre que tiene una queratitis infecciosa y que en breve se quedará ciego. No le queda más remedio que tomar como cuidador a Mork, un temerario matón estudiante de la universidad técnica. Mientras Day intenta comprender el significado de la luz que le queda, descubre que la cara de Mork, que sólo se ve borrosa, es cada vez más esencial en su vida. Day tiene que aprovechar al máximo su última visión, así como responder por sí mismo... por qué es incapaz de quitarse la cara de Mork de la cabeza.